Guía para comprar un coche de segunda mano: claves y consejos

Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente decisión si sabes exactamente qué pasos seguir para evitar sorpresas desagradables. Ya sea que hayas encontrado una ganga por internet o estés negociando con un particular, es fundamental tener claros los trámites legales y técnicos antes de dar el sí definitivo. Este proceso va más allá de una simple entrega de llaves: implica comprobaciones, papeleo y responsabilidades que no conviene dejar al azar.

¿Está el vehículo en buen estado? ¿Realmente es transferible y está libre de cargas? ¿Qué debe incluir un contrato de compraventa? ¿Cuánto se paga de impuestos y dónde se liquida? ¿Cómo se realiza el cambio de titularidad en la Dirección General de Tráfico (DGT)? Estas son solo algunas de las preguntas clave que deberías hacerte antes de cerrar el trato.

En este artículo te ayudaremos a resolver todas estas dudas paso a paso. Nuestro objetivo es que afrontes la compra con seguridad, confianza y total claridad legal. Porque cuando se trata de invertir en un vehículo, lo más inteligente es evitar los errores más comunes que tantos compradores novatos cometen.

Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber: desde cómo revisar el estado del coche, hasta cómo realizar correctamente el cambio de nombre en la DGT. Una guía práctica, actualizada y pensada para ti, que estás a punto de convertirte en el nuevo propietario de un coche usado.

Verifica el estado general del vehículo

Antes de lanzarte a firmar nada, es fundamental que examines a fondo el estado del vehículo que estás pensando en comprar. No basta con un vistazo superficial: un coche puede lucir impecable por fuera y esconder problemas graves a nivel mecánico o estructural. Por eso, lo más recomendable es contar con la ayuda de un profesional o llevarlo a un taller de confianza para una revisión completa.

En esta inspección técnica, deberías fijarte en aspectos clave como el motor, los frenos, la dirección, los neumáticos y la suspensión. También es importante revisar si hay pérdidas de líquidos, ruidos extraños o señales de óxido en el chasis. No te olvides de comprobar el estado del aceite, el nivel del refrigerante y el funcionamiento de luces e intermitentes.

Además, no pierdas de vista los detalles estéticos y funcionales del vehículo. Algunos puntos que conviene revisar son:

  • Estado de la carrocería: rayones, golpes o señales de repintado.
  • Interior del coche: desgaste en asientos, volante y salpicadero.
  • Kilometraje real: asegúrate de que no haya sido manipulado.
  • Equipamiento: aire acondicionado, sistema de sonido, elevalunas, etc.

Por último, solicita siempre el historial de mantenimiento. Un coche que ha pasado todas sus revisiones en tiempo y forma será, por lo general, una opción más fiable. Si el vendedor no puede entregarte documentación o detectas inconsistencias, es mejor seguir buscando.

Asegúrate de que el vehículo sea transferible y esté libre de cargas

Uno de los errores más comunes en la compra de un coche de segunda mano es no comprobar si el vehículo es legalmente transferible. Esto implica asegurarse de que no tenga cargas, multas pendientes, embargos o reservas de dominio. Si compras un coche con este tipo de problemas, podrías acabar pagando mucho más de lo previsto.

Para verificar esta información, puedes solicitar un informe reducido o completo a través de la Dirección General de Tráfico (DGT). Este documento te permitirá conocer si el coche está libre de impedimentos legales para su venta y si el titular actual es realmente quien lo está vendiendo.

Aquí tienes lo que deberías comprobar en ese informe:

  • Que no existan embargos ni precintos judiciales.
  • Que no haya una reserva de dominio (muy común en coches financiados).
  • Que no tenga multas sin pagar o impuestos atrasados.
  • Que no esté dado de baja temporal o definitiva.

Si detectas alguna carga, lo ideal es que el vendedor la cancele antes de formalizar la operación. También es buena idea guardar una copia del informe para evitar problemas futuros si algo no quedó correctamente registrado.

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Firma el contrato de compraventa con el vendedor

Una vez verificado el estado del coche y su situación legal, es momento de formalizar la compraventa. Este contrato es el documento que justifica la transferencia de propiedad y debe contener información clara y detallada para proteger a ambas partes. Aunque existe un modelo oficial, puedes usar cualquier formato siempre que incluya los datos esenciales.

El contrato debe estar firmado por el comprador y el vendedor, e indicar la fecha y hora exacta de la transacción. Este dato es clave porque, a partir de ese momento, el comprador se hace responsable del uso del vehículo y de cualquier incidente relacionado con él.

Asegúrate de que el contrato contenga los siguientes puntos:

  • Datos personales completos de comprador y vendedor.
  • Información detallada del vehículo: matrícula, marca, modelo, bastidor, etc.
  • Precio de la compraventa y forma de pago.
  • Declaración de que el coche está libre de cargas.

Por seguridad, redacta el contrato en duplicado para que cada parte conserve una copia firmada. No olvides acompañarlo de una fotocopia del DNI de ambas partes y, si es posible, una copia del último recibo del impuesto de circulación.

Paga o liquida el impuesto de transmisiones patrimoniales

Después de firmar el contrato, toca cumplir con Hacienda. En la mayoría de comunidades autónomas de España, el comprador debe abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) al adquirir un coche de segunda mano a un particular. Este impuesto debe liquidarse en un plazo máximo de 30 días hábiles desde la firma del contrato.

El importe del ITP varía según la comunidad autónoma y el valor fiscal del vehículo, que no siempre coincide con el precio pagado. Puedes consultar este valor en las tablas publicadas por Hacienda y calcular el impuesto a través del modelo 620 o 621, según el caso.

Sigue estos pasos para liquidar el ITP:

  • Accede a la web de la comunidad autónoma correspondiente o dirígete a una oficina de Hacienda.
  • Rellena el modelo 620 o 621, incluyendo los datos del contrato.
  • Adjunta copia del contrato de compraventa y de los DNI.
  • Realiza el pago y guarda el justificante.

No olvides que sin este trámite no podrás realizar el cambio de titularidad en la DGT. Además, conservar el justificante del ITP pagado es clave por si en el futuro tienes que demostrar que el vehículo fue adquirido de forma legal.

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Realiza el cambio de titularidad del vehículo en la DGT

Con el contrato firmado y el impuesto pagado, solo queda un paso: registrar el coche a tu nombre en la Dirección General de Tráfico. Este trámite debe realizarlo el comprador y puede hacerse tanto de forma presencial como online, siempre que cuentes con certificado digital o Cl@ve.

Para ello, deberás presentar la documentación requerida, pagar la tasa correspondiente (alrededor de 55 euros) y esperar a que la DGT actualice los datos en el Registro de Vehículos. Una vez finalizado, recibirás el nuevo permiso de circulación a tu nombre.

Documentos necesarios para el cambio de titularidad:

  • Contrato de compraventa firmado.
  • Justificante del pago del ITP.
  • DNI del comprador y del vendedor.
  • Permiso de circulación y ficha técnica del vehículo.
  • Recibo del último impuesto municipal (IVTM) pagado.

Una vez realizado el trámite, te recomendamos conservar una copia de toda la documentación por si surge alguna reclamación posterior. Recuerda que si el cambio de titularidad no se hace, seguirán llegando multas, impuestos y notificaciones al anterior propietario.

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