Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente decisión, siempre que sepas exactamente en qué te estás metiendo. Porque sí, a simple vista puede parecer una ganga, pero solo con las preguntas adecuadas evitarás sustos, averías inesperadas o pagar más de la cuenta. Y no, no basta con mirar el color o el kilometraje.
Antes de cerrar el trato, conviene ir más allá de lo evidente. ¿Qué historia tiene ese coche? ¿Cuántos dueños ha tenido? ¿Se ha usado a diario o solo los fines de semana? Todo eso puede darte una idea mucho más clara del estado real del vehículo y de si merece o no la pena invertir en él.
En este artículo vamos a ayudarte a resolver las dudas más importantes que deberías plantear al vendedor. Hablaremos del estado actual del coche, si tiene garantía, si puedes probarlo antes de comprarlo y qué documentación debes revisar sí o sí antes de firmar nada. Cuestiones clave que marcarán la diferencia entre una compra inteligente y un problema sobre ruedas.
Si estás pensando en hacerte con un coche de ocasión, quédate. Porque hacer las preguntas correctas no solo te da seguridad: también te da poder para negociar y elegir con criterio.
¿Qué historial tiene el coche?
Antes de comprar un coche de segunda mano, lo primero que debes conocer es su historial. Saber cuántos propietarios ha tenido, si ha sufrido accidentes o si ha pasado todas las revisiones puede darte una idea muy clara del trato que ha recibido y de lo fiable que será en el futuro.
Un vehículo que ha tenido varios dueños en pocos años, por ejemplo, puede ser señal de que ha dado problemas. Por otro lado, si ha pertenecido a una sola persona y se ha usado de forma regular, probablemente esté mejor cuidado. También es importante saber si se ha utilizado para uso particular o como vehículo de empresa o alquiler.
Pregunta por:
- Número de propietarios anteriores.
- Historial de mantenimiento (facturas, revisiones en talleres oficiales).
- Antecedentes de accidentes o siniestros.
- Tipo de uso: particular, profesional o comercial.
No dudes en pedir un informe de la DGT (Informe reducido o completo), donde podrás ver el historial administrativo del vehículo, cargas pendientes, ITV y más. Es una pequeña inversión que puede ahorrarte muchos problemas.
¿En qué estado se encuentra el vehículo actualmente?
Conocer el estado actual del coche es esencial para saber si estás haciendo una buena compra. Un coche puede tener buen aspecto por fuera, pero esconder fallos importantes bajo el capó. Por eso, no te fíes solo de lo que se ve a simple vista.
Pide que te detallen el estado de los elementos clave del vehículo: motor, frenos, neumáticos, suspensión, dirección, aire acondicionado y sistemas electrónicos. Si no entiendes de mecánica, es muy recomendable llevar el coche a un taller de confianza para una revisión previa a la compra.
Verifica especialmente:
- Neumáticos y frenos: desgaste, estado general y si están dentro de lo legal.
- ITV al día: que no haya defectos graves o caducada.
- Kilometraje coherente con el estado del interior (pedales, volante, tapicería).
- Luces de aviso encendidas en el panel del coche.
Un vendedor honesto no tendrá problema en mostrarte todo con transparencia. Si ves evasivas o respuestas vagas, plantéate si realmente vale la pena seguir adelante con esa compra.
¿Cómo encontrar renting de segunda mano?
¿Tiene el coche garantía o cobertura adicional?
Aunque no se trate de un coche nuevo, algunos vehículos de segunda mano todavía cuentan con garantía, especialmente si se compran en concesionarios o compraventas profesionales. Preguntar por ello no solo es clave, sino que puede marcar la diferencia si surge un problema tras la compra.
Tipos de garantía más habituales:
- Garantía legal de un año: obligatoria en vehículos vendidos por profesionales a particulares.
- Garantía ampliada o adicional: algunas empresas ofrecen cobertura por 12, 24 o hasta 36 meses.
- Sin garantía: si compras a un particular, no hay obligación de dar garantía, pero sí de informar de vicios ocultos.
Infórmate bien de qué cubre exactamente la garantía: si solo afecta al motor y caja de cambios, o si también incluye electrónica, climatización, dirección, etc. Y pide siempre que quede por escrito en el contrato de compraventa.
Una garantía no elimina todos los riesgos, pero sí te da tranquilidad frente a fallos mecánicos imprevistos, sobre todo si compras un coche con cierta antigüedad.
¿Puedo probar el coche antes de decidir?
Probar el coche es un paso fundamental antes de cerrar cualquier trato. La conducción te permitirá detectar cosas que no se aprecian al verlo aparcado: ruidos extraños, vibraciones, problemas al frenar o al cambiar de marcha.
Si el vendedor no te permite hacer una prueba de conducción, desconfía. Un profesional serio o un particular con buenas intenciones no pondrá objeciones, siempre que tengas el carné en regla y el seguro lo cubra.
Durante la prueba, fíjate en:
- Comportamiento del motor y del cambio: respuesta, suavidad, tirones.
- Dirección y suspensión: que no haya vibraciones ni ruidos.
- Frenada: que sea progresiva y sin desvíos.
- Instrumental: luces, climatizador, limpiaparabrisas, ventanillas eléctricas, etc.
Conduce en ciudad y, si puedes, también en carretera. Prueba en distintas condiciones para asegurarte de que el coche se comporta correctamente. Y si tienes dudas, pide la opinión de un mecánico o amigo con experiencia.
¿Cómo encontrar renting de segunda mano?
Documentos imprescindibles:
- Permiso de circulación.
- Ficha técnica con ITV vigente.
- Recibos del impuesto de circulación (IVTM).
- Contrato de compraventa (especialmente si compras a un particular).
En cuanto al precio, es fundamental que el vendedor sea claro: ¿el importe es final o hay costes adicionales (como transferencia, gestión o garantía)? Pregunta si está dispuesto a negociar y deja todo por escrito.
No te olvides de comprobar que no haya multas pendientes, cargas financieras o reserva de dominio si el coche fue financiado. Puedes consultarlo en el informe de la DGT antes de firmar nada.