Comprar un coche de segunda mano puede ser una gran decisión… o un gran error si no se revisan los puntos clave. ¿Sabes qué detalles debes mirar para asegurarte de que estás eligiendo bien? Desde el estado del motor hasta la documentación, hay muchos factores que influyen en si un coche usado merece o no la pena.

En esta guía te explicamos qué revisar en un coche de segunda mano, cómo saber si está en buenas condiciones y qué preguntar al vendedor para evitar sorpresas. Si estás pensando en dar el paso, esto es lo primero que deberías leer.
Además, te dejo los mejores coches de segunda mano 2025 que si estás en la búsqueda te será de mucha utilidad.
¿Qué revisar en un coche de segunda mano antes de comprarlo?
Antes de cerrar cualquier trato, es esencial hacer una revisión completa del coche de segunda mano. Este paso no solo te ayuda a evitar sorpresas desagradables, sino que también te da argumentos para negociar el precio si detectas detalles a mejorar.
Lo primero que debes hacer es inspeccionar el estado exterior: busca golpes, arañazos o diferencias de color que puedan indicar reparaciones mal hechas. Comprueba que las puertas, el capó y el maletero cierren correctamente y que los cristales no tengan fisuras. Revisa también el desgaste de los neumáticos: si es irregular, puede haber problemas en la suspensión o alineación.
En el interior, asegúrate de que todo funcione: elevalunas, aire acondicionado, luces, sistema multimedia y todos los botones del salpicadero. Observa también el estado de los asientos, el volante y los pedales, ya que un desgaste excesivo podría no coincidir con el kilometraje declarado.
Además, una prueba de conducción es clave. Escucha el motor al arrancar, pon atención a posibles ruidos anormales durante la marcha, verifica que las marchas entren sin dificultad y que el coche no se desvíe al soltar el volante. Esta prueba te dará una idea clara del estado real del vehículo.
Por último, sería conveniente conocer cuales son los coches con menos averías y de esa manera hacer una buena elección de tu próximo coche de segunda mano.
Cómo saber si un coche de segunda mano está en buenas condiciones
Saber si un coche de segunda mano está en buen estado no siempre es fácil, pero hay señales claras que te pueden ayudar a detectarlo. No se trata solo de que arranque bien, sino de observar con detalle varios aspectos técnicos y visuales que reflejan el cuidado que ha recibido.

Una de las claves está en el motor. Un propulsor limpio, sin restos de aceite ni cables sueltos, ya es buena señal. Comprueba que no haya fugas debajo del coche y que el nivel de líquidos (aceite, refrigerante, frenos) esté correcto. Al encenderlo, fíjate si arranca con facilidad, si hay ruidos extraños o si el humo del escape es blanco, azul o negro (lo que puede indicar problemas internos).
Otra pista importante está en la suspensión y los frenos. Si al frenar el coche vibra o hace ruidos, puede que los discos o pastillas estén desgastados. También puedes comprobar el equilibrio de la suspensión empujando el coche hacia abajo: si rebota más de una vez, algo no va bien.
Por último, revisa el interior. Un vehículo bien mantenido suele tener los mandos, los asientos y los acabados en buen estado. Si observas mucho desgaste o elementos rotos, es posible que haya tenido un uso descuidado. Aunque no todos los fallos visibles implican una avería grave, sí son indicadores del trato que ha recibido el coche.
Qué mirar en un coche de segunda mano: checklist imprescindible
Cuando vas a ver un coche de segunda mano, llevar una lista clara de aspectos a revisar te puede ahorrar muchos problemas. Esta checklist te ayudará a evaluar de forma rápida si el coche merece la pena o si es mejor seguir buscando otra opción.
Exterior y carrocería
- Revisa si hay golpes, rayones, óxido o diferencias de tono en la pintura.
- Comprueba el estado de los faros, lunas y retrovisores.
- Asegúrate de que todas las puertas, capó y maletero cierran correctamente.
Interior y habitáculo
- Observa el desgaste de volante, asientos, pedales y cinturones.
- Comprueba que funcionan los elevalunas, luces interiores, climatizador, radio y sistema multimedia.
- Fíjate en olores extraños o signos de humedad.
Ruedas y neumáticos
- Evalúa el dibujo y el desgaste de los neumáticos.
- Asegúrate de que el desgaste sea uniforme (si no, podría haber fallos en la dirección o suspensión).
- Revisa si el coche lleva rueda de repuesto o kit antipinchazos.
Motor y mecánica básica
- Abre el capó y revisa que no haya fugas, cables sueltos o piezas en mal estado.
- Comprueba niveles de aceite, refrigerante y líquido de frenos.
- Escucha el sonido del motor y busca ruidos inusuales o vibraciones anómalas.
Prueba en carretera
- Asegúrate de que arranca bien en frío.
- Verifica que las marchas entren con suavidad.
- Fíjate si el coche responde bien al frenar, acelerar o girar el volante.
¿Qué preguntar cuando vas a ver un coche de segunda mano?
Además de revisar el vehículo por fuera y por dentro, hay algo igual de importante: hacer las preguntas adecuadas al vendedor. Las respuestas te darán pistas sobre el estado real del coche, su historial y si merece o no la pena.

1. ¿Cuántos propietarios ha tenido?
Saber si el coche ha pasado por muchas manos puede revelar un historial inestable. Si ha tenido varios dueños en poco tiempo, podría haber problemas ocultos.
2. ¿Tiene el libro de mantenimiento al día?
El mantenimiento periódico y sellado en el libro indica que el coche ha sido bien cuidado. Pide ver facturas o comprobantes si es posible.
3. ¿Ha sufrido accidentes o reparaciones importantes?
Un coche que ha sido reparado por un siniestro puede tener secuelas estructurales, aunque no sean visibles. Pregunta también si se han cambiado piezas importantes, como el motor o la caja de cambios.
4. ¿Por qué lo vende?
Aunque parezca una pregunta inocente, puede revelar mucho. Si el vendedor duda o da una respuesta vaga, es buena idea profundizar más.
5. ¿Cuántos kilómetros reales tiene y se pueden demostrar?
El kilometraje es clave, pero debe ser coherente con el desgaste del coche. Si los pedales, volante o asientos están muy gastados, puede haber manipulación.
Qué mirar al comprar un coche de segunda mano: documentación y garantías
Tan importante como el estado del coche es asegurarse de que toda la documentación esté en regla. No basta con que el vehículo funcione bien: si hay problemas administrativos, pueden acabar saliendo muy caros.
Documentación imprescindible que debes comprobar:
- Permiso de circulación: debe estar a nombre del vendedor y con los datos actualizados.
- Ficha técnica con ITV en vigor: asegúrate de que la Inspección Técnica esté pasada y que no haya defectos graves.
- Recibo del impuesto de circulación (IVTM): pide el último justificante de pago.
- Contrato de compraventa o factura: si es un profesional, debe emitir una factura con IVA; si es un particular, un contrato firmado por ambas partes.
Informe de la DGT o Carfax:
Solicita un informe del historial del vehículo, donde podrás ver si tiene cargas, embargos, siniestros o si ha sido dado de baja temporalmente. También puedes comprobar el número real de propietarios y el kilometraje declarado en las inspecciones.
Garantías mínimas legales:
Si compras a un profesional, tienes derecho a una garantía legal de 1 año. Algunos concesionarios ofrecen incluso garantías ampliadas. En cambio, si compras a un particular, no hay obligación legal de ofrecer garantía, salvo que se detecten vicios ocultos.
Tener todos los papeles en regla y una garantía clara es lo que realmente te protege si el coche empieza a fallar después de la compra. Además, es importante tener la documentación ITV. No lo pases por alto.
¿Qué se le revisa a un auto usado? Revisión técnica con un mecánico
Aunque revises el coche por tu cuenta, lo más recomendable es llevarlo a un taller de confianza antes de cerrar la compra. Un mecánico puede detectar fallos que no se ven a simple vista y darte una valoración profesional del estado del vehículo.

¿Qué incluye una revisión técnica completa?
- Diagnóstico electrónico: se conecta el coche a una máquina para detectar posibles errores en la centralita o sensores.
- Estado del motor: se revisa la compresión, las fugas de aceite, el funcionamiento del sistema de refrigeración y la correa de distribución.
- Sistema de frenos y suspensión: se comprueban pastillas, discos, amortiguadores y posibles holguras en los ejes.
- Embrague y caja de cambios: se evalúa el desgaste y se verifica que las marchas entren con suavidad.
- Sistema eléctrico y luces: el taller confirma que no haya fallos eléctricos ni bombillas fundidas.
¿Cuánto cuesta una revisión precompra?
El precio varía, pero suele oscilar entre 50 y 100 euros, dependiendo del taller y la profundidad del análisis. Es una pequeña inversión que puede evitarte gastos mucho mayores a futuro.
¿Cuándo es obligatoria?
No es obligatoria por ley, pero sí muy recomendable si vas a gastar una cantidad importante en el coche o si el vendedor no ofrece garantías. Algunos talleres incluso entregan un informe por escrito con los puntos revisados.
Señales de que deberías rechazar el coche
A veces, por muy atractivo que parezca un coche de segunda mano, hay señales claras de que es mejor no seguir adelante con la compra. Detectarlas a tiempo puede ahorrarte muchos dolores de cabeza y dinero.
1. Olores extraños o presencia de humedad
Si al entrar al coche notas olor a moho o humedad, puede haber filtraciones de agua, algo que suele derivar en problemas eléctricos y de corrosión. También puede ser indicio de que el vehículo ha estado parado durante mucho tiempo.
2. Humo del escape de color azul, blanco o negro
Cada color de humo indica un problema diferente. El humo azul suele significar consumo de aceite, el blanco persistente puede indicar fallo en la junta de culata, y el negro puede deberse a un exceso de combustible o a un filtro sucio.
¿Tu coche echa humo blanco, azul o negro? Aquí puedes saber el por qué.
3. Desgaste incoherente con el kilometraje declarado
Si los pedales, el volante o los asientos están muy desgastados, pero el coche marca pocos kilómetros, algo no cuadra. Esto podría ser señal de una manipulación del cuentakilómetros o de un uso intensivo.
4. Óxidos o daños estructurales
La presencia de óxido en zonas sensibles como los bajos, las torretas de suspensión o los marcos de las puertas puede indicar un coche mal cuidado o con muchos años de uso. Si el óxido es profundo, lo mejor es descartar el coche.
5. Precio demasiado bajo para lo que ofrece
Una oferta demasiado buena puede esconder problemas graves. Si el precio está muy por debajo del mercado y no hay una razón justificada, conviene desconfiar.
En definitiva, si algo te huele raro —literal o figuradamente—, lo mejor es no precipitarse. Siempre habrá otras opciones más seguras en el mercado.